¿Por qué en ningún debate se tocó el tema de algo tan importante como lo es el patrimonio? Esta es la pregunta que debemos hacernos en estos tiempos de política, cuando Ocaña ha elegido a sus nuevos líderes. La seguridad, la economía y otros temas son cruciales, pero la preservación del patrimonio de Ocaña y otras áreas de Norte de Santander no debe quedar en segundo plano. ¿Qué harán los nuevos mandatarios para proteger y restaurar el valioso patrimonio que está en riesgo?
La protección del patrimonio nacional es fundamental para preservar la historia y la cultura de un país. Estos bienes ayudan a las personas a entender su pasado y su lugar en el mundo. Además, el patrimonio nacional puede ser una fuente de turismo y desarrollo económico.
Sin embargo, nuestro patrimonio está amenazado por diversos factores, como la destrucción, el deterioro y el olvido.
Según (GONZÁLEZ, 2006) La articulación del patrimonio cultural y natural reabre el debate sobre los vínculos entre cultura y naturaleza y, en un sentido profundo, sobre la conexión entre los seres humanos y el medio que los sostiene. Es posible cuestionar si lo cultural y lo natural son características excluyentes de los bienes patrimoniales, como se ha planteado hasta ahora, o si se pueden considerar como dos dimensiones transversales a cualquiera de éstos. De otra parte, la relación entre proyectos patrimoniales y turísticos plantea otro reto conceptual para el gobierno en la profundización del sentido del patrimonio.
En ese sentido invito a reflexión profunda sobre la relación entre cultura y naturaleza, y cómo esto se entrelaza con el patrimonio. Nos hace cuestionarnos si lo cultural y lo natural deben ser considerados como dimensiones separadas en el patrimonio, o si, por el contrario, son elementos interdependientes que definen nuestra identidad y nuestra conexión con el entorno. Además, la relación entre proyectos patrimoniales y turísticos plantea desafíos importantes para el gobierno en la preservación y promoción del patrimonio. En última instancia, esta reflexión nos recuerda que el patrimonio no es estático; es una parte viva de nuestra identidad y debe ser cuidado y gestionado de manera sostenible para las generaciones presentes y futuras.
El tesoro cultural de Ocaña
Ocaña, una ciudad ubicada en Norte de Santander, es un tesoro cultural y un testigo de la historia de Colombia. Con una herencia que se remonta a la época colonial, Ocaña es el hogar de una arquitectura colonial impresionante y un rico patrimonio histórico.
- Complejo Histórico de San Francisco: Un tesoro en deterioro
Uno de los tesoros más emblemáticos de Ocaña es el Complejo Histórico de San Francisco. Este conjunto arquitectónico es un testigo de la historia y la cultura de la región. Sin embargo, lamentablemente, se encuentra en un estado de deterioro preocupante. Las paredes que alguna vez resonaron con los ecos de la historia colonial ahora están marcadas por la erosión del tiempo. ¿Por qué no se abordó este importante tema en los debates políticos?
- Columna de los Esclavos: Un lugar de memoria
Uno de los patrimonios que merece una atención especial es la Columna de Los Esclavos. Este monumento representa una parte sombría de la historia de Colombia y un símbolo de resistencia contra la esclavitud. Aunque esta columna ha sido declarada patrimonio nacional, lamentablemente, no le damos el valor que merece.
- Santuario Agua de la Virgen: Un tesoro religioso
El Santuario del Agua de la Virgen es otro patrimonio de gran importancia en Ocaña. Este lugar es un símbolo de la fe y la espiritualidad de la comunidad local. También es un espacio que merece ser cuidado y protegido.
- Desfile de los Genitores: Patrimonio inmaterial desvalorizado
El Desfile de los Genitores, una tradición única en Ocaña que combina elementos religiosos y culturales, es otro aspecto valioso del patrimonio local. Sin embargo, este evento no ha recibido la atención que merece en el ámbito político.
La importancia de la política en la protección del patrimonio
La política local desempeña un papel fundamental en la protección y restauración del patrimonio. Los nuevos líderes de Ocaña y Norte de Santander tienen la responsabilidad de asegurar que estos tesoros culturales no se pierdan en el tiempo. Es hora de que la política regional tome medidas concretas para rescatar y mantener el patrimonio de Ocaña que se considera patrimonio nacional.
El llamado a la acción y la reflexión
En esta era de cambios políticos, es crucial que la comunidad de Ocaña y los ciudadanos de Norte de Santander hagan un llamado a la acción. Debemos exigir a nuestros líderes que valoren, protejan y cuiden nuestro patrimonio. Estos tesoros son parte de Ocaña, pero también son una fuente de orgullo para Colombia.
En otras partes del mundo, la preservación del patrimonio es una prioridad. Ciudades y países reconocen el valor económico y cultural de su patrimonio, y toman medidas para protegerlo.
Colombia y por supuesto Ocaña no debe quedarse atrás en esta tarea. Es hora de mirar a ejemplos internacionales y aprender de las mejores prácticas en la preservación del patrimonio.
En este momento, debemos reflexionar sobre lo que realmente importa. Nuestro patrimonio no es solo una colección de edificios antiguos, monumentos y tradiciones. Es el reflejo de nuestra identidad, de quiénes somos como pueblo. Es una fuente de inspiración y una conexión con nuestro pasado que se debe proteger, amar, cuidar y respetar, los políticos regionales, las instituciones culturales y las comunidades debemos trabajar juntos para preservar nuestro tesoro y que ayude a perdurar en el tiempo y de esta manera poder entregarlo a generaciones futuras, exijamos a los nuevos gobernantes salvaguardar el patrimonio que nos pertenece y el cual es símbolo de nuestro orgullo, tradición e identidad. ¡No lo olvidemos!
