Después de que Nicolás Maduro fuera reelegido como presidente de Venezuela en unas elecciones consideradas fraudulentas por muchos, las calles de Caracas se llenaron de manifestantes. La Policía Nacional Bolivariana y la Guardia Nacional Bolivariana emplearon balas de goma y gases lacrimógenos para dispersar a la multitud, provocando enfrentamientos en la capital venezolana.
Contexto de las Protestas
Miles de manifestantes recorrieron cerca de 10 kilómetros desde el este de Caracas, tratando de avanzar hacia el centro de la ciudad. Sin embargo, fueron detenidos por las fuerzas de seguridad cerca de la autopista principal. Las protestas incluyeron cacerolazos y se extendieron a varios sectores de la ciudad, especialmente en áreas de bajos recursos como Palo Verde, Terrazas del Ávila, El Junquito, Caricuao y El Valle. Incluso se escucharon cerca del Palacio de Miraflores, sede del gobierno.
Los manifestantes coreaban consignas como «Fraude», «Libertad» y «El pueblo unido jamás será vencido», en oposición al resultado electoral que dio a Maduro el 52% de los votos, superando por ocho puntos al candidato opositor Edmundo González Urrutia.
Reacciones Internacionales
En medio de la tensión, el canciller de Venezuela, Yvan Gil, ordenó la salida del personal diplomático de varios países, incluidos Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay. Asimismo, Venezuela retirará a sus representantes en estos países como respuesta a lo que considera intromisiones extranjeras.
El gobierno reelecto de Maduro ha declarado que tomará medidas para mantener el «clima de paz y convivencia» en el país, a pesar de las crecientes protestas y la presión internacional.
Foto: Protestas en Venezuela / periódico